Colección Clásicos
Memoria y legado irrenunciable
Gran Reserva
Retrato de una cosecha memorable
eterno
El tiempo
la paciencia, nuestra huella dactilar
El Gran Reserva de Ontañón es algo único. Este vino se sostiene en el tiempo ingrávido en una evolución absolutamente marcada por la paciencia, en el que los ritmos de la naturaleza, aparentemente detenidos, evolucionan sutilmente aliándose taninos y polifenoles a través de una sinfonía de sensaciones irrepetible, únicas, incomparables. Crear un gran vino es un reto apasionante, un viaje en el tiempo en el que cada paso se presenta como un desafío, como un gran desafío en el que el hombre dialoga con la naturaleza en una sucesión de avatares que poseen su propio ritmo y que solamente el tiempo es capaz de fusionar. El Gran Reserva de Ontañón es nuestra huella dactilar.
Hecho para durar mucho tiempo
«Notas picantes, especiadas intensas, con piel de naranja, notas animales y trufas. Delicioso, complejo, fresco, largo y muy abierto, con un final apetitoso. Un gran vino, hecho para durar mucho tiempo». Pedro Ballesteros (Master of Wine) en Decanter.
Origen, viñedo, suelos
Las uvas del Gran Reserva de Ontañón brotan en viñedos admirables, fincas de elevada altitud de la Sierra de Yerga que propician maduraciones lentísimas que fijan los compuestos aromáticos y que otorgan un perfecto equilibrio entre acidez y estructura. Es en la viña donde nace y se fija la vocación imperecedera de este vino. Viñedos como La María, tempranillos de cuarenta años de edad; o Los Almendros, donde brota un graciano excepcional. O La Pasada, finca icónica de Ontañón, o El Pozo, santo y seña del graciano de Rioja…
Elaboración de Ontañón
Gran Reserva
Selección, mimo, granos perfectos
5 años
- Roble Francés 50%
- Roble Americano 50%
Cata
Color
Gran capa de color, mostrándose muy profundo, brillante y limpio con matiz rojo rubí e irisaciones teja en el ribete que indica larga crianza. También aparecen reflejos ya rojizos que muestran su crianza y evolución