Colección Insólitos

Ricos de aventura

LaGarnacha

Biodiversidad al límite

Insólitos nºV
Ontañón LaGarnacha. Colección Insólitos

Viñas recónditas de

Yerga

Quel tiene el privilegio del ser el primer pueblo de Rioja en el que aparece su hombre unido a la variedad Garnacha.

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La biodiversidad es una de las claves del emtorno de los viñedos de Ontañón Familia<br />

La biodiversidad es una de las claves del emtorno de los viñedos de Ontañón Familia

QUEL, paradigma de biodiversidad del viñedo en Rioja.
Uno de los tesoros más desconocidos de la viticultura de Quel es su valiosísimo repertorio varietal y la propia biodiversidad de sus históricos espacios dedicados al cultivo de la vid.
Estos están jalonados de olivos, almendros y frutales como cerezos y ciruelos, así como una increíble colección de plantas aromáticas tan propias del Mediterráneo, tales como romero, tomillo, jara, aulaga y enebro, entre otras muchas. Estas especies nacen a los pies de un tupido bosque de altura media, repleto de carrascos y pinos piñoneros, que ocupan suelos profundos de laderas, valles y yasas.

 100% Garnacha * Viñas remotas de Yerga * 100% Garnacha * Viñas remotas de Yerga *

Garnachas de la Sierra de Yerga, la identidad aromática.

Este riquísimo y complejo panorama configura, en buena medida, la biodiversidad en la que nuestros viñedos suponen un elemento más del tejido vivo de un ecosistema. Como explica Francois Chartier en su manifiesto «La biodiversidad: el eslabón perdido en el concepto global de terroir», esto tiene un impacto aromático en las uvas cultivadas en enclaves tan asombrosos como los de Quel, y por lo tanto, en la identidad aromática en los vinos resultantes. Tal es el caso de Ontañón La Garnacha, un vino sedoso, fino, con sutiles notas minerales y frutos rojos silvestres, además de una delicada fluidez.
Ontañón La Garnacha se concibe para sumergirse en la finura y elegancia de la rica tradición de los vinos elaborados con esta variedad, tan arraigada en la herencia vitivinícola de Rioja Oriental, específicamente en Quel.

En esta región, hemos estado llevando a cabo un meticuloso trabajo de recuperación durante la última década, apostando por los clones ancestrales de la zona, la diversidad de suelos y la altitud en viñedos ubicados en límites de cultivo. En la elaboración de Ontañón La Garnacha, combinamos diferentes parcelas de viñedos de la Sierra de Yerga, pequeñas fincas de garnachas con más de treinta años de antigüedad, que se encuentran en una mezcla de suelos en laderas y solanas con una gran cantidad de cantos rodados.

La asombrosa historia de las garnachas queleñas

La historia de la garnacha y su llegada a Rioja no está suficientemente documentada, aunque existen dos momentos históricos de referencia que están relacionados con sendas enfermedades del viñedo: el oídium, en el año 1854, y en el primer tercio del siglo XX, con los distintos planes de replantación tras la hecatombe de la filoxera. Desde el primer momento, la localidad de Quel sobresalió en sus plantaciones de garnacha y en nuestra panoplia de viñedos de esta variedad contamos con el tesoro de El Arca, una finca de finales del siglo XIX de menos de una hectárea, una de las viñas más antiguas de toda la DOCA Rioja, y que es, sin duda, testigo remoto de la llegada a Rioja de esta variedad.

Los profesores de la Universidad de La Rioja Fernando Martínez de Toda y Juan Carlos Sancha publicaron un artículo en la revista Zubía en 1995 titulado ‘Variedades de vid cultivadas en Rioja a lo largo de la historia’, y la primera referencia a la garnacha aparece en un manuscrito de 1846 anotado en la Casa de las Señoritas de Briñas, titulado ‘Prevención para la elaboración de vinos destinados a Ultramar’, en el que se habla del éxito obtenido por los vinos elaborados con uva ‘Tempranillo con mezcla de Garnacha, Graciana o Mazuela’.

La primera referencia escrita en el mundo sobre la variedad garnacha se remonta a 1321. En una sentencia del Parlamento de París se menciona un cargamento de 1.387 toneles de vino, mitad «griece» (nombre que posiblemente se daba a los vinos de moscatel y malvasía que procedían de Grecia) y mitad «varnacie» (garnacha), el tipo de vino que los mercaderes venecianos difundieron por Europa a partir del año 1204.

Garnachas queleñas antes de la brotación

Garnachas queleñas antes de la brotación

Quel

El Servicio de Agricultura de la Diputación de Navarra, creado en 1896, realizó una labor extraordinaria en los fundamentos de la repoblación de los viñedos que habían sido afectados por la filoxera a finales del siglo XIX. Con Nicolás García de los Salmones al frente, uno de los padres de la ingeniería agrícola en España, este organismo se convirtió en un referente tanto a nivel nacional como internacional en el campo de la viticultura.

En este contexto, García de los Salmones propuso la celebración de un Congreso Nacional de Viticultura para conmemorar el VII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa. Su idea fue admitida y el evento tuvo lugar entre los días 10 y 22 de julio de 1912. Fueron más de 1.500 los congresistas que participaron, procedentes de más de veinte países europeos y americanos. El día 17 se contó con la presencia del Rey, que presidió la sesión académica. El número de ponencias dictadas por los mejores especialistas nacionales e internacionales fue de 46, abarcando todos los temas relacionados con la viticultura y la enología, tal y como queda reflejado en la Memoria editada por la Diputación dos años más tarde (1914).

Variedades por pueblos
En una de las ponencias más decisivas del evento, García de los Salmones presentó una lista de 42 variedades cultivadas en la provincia de Logroño y 26 en la de Álava.
Como subrayan Martínez de Toda y Sancha, esta relación «es la más extensa de cuantas aparecen en la bibliografía sobre el inicio de patrimonio varietal vitícola de Rioja».

Y lo extraordinario es que Nicolás García de los Salmones menciona el cultivo de las variedades por pueblos y destaca a Quel como el principal núcleo de garnacha en Rioja. (También subraya a Quel por la presencia de la mazuela y el anavés y chasela).

Es la primera vez en la historia que se realiza una cuantificación del patrimonio varietal vinculando variedades con localidades y esto aún da más valor al origen histórico de las garnachas de Quel, las pioneras de Rioja.

Cuadro de la ponencia de Nicolás García de los Salmones

Portada de la Memoria General del Congreso Nacional de Viticultura de 1912

El documento

Cuadro de la ponencia de Nicolás García de los Salmones.
Estudio general de conjunto de las viníferas españolas
Quel aparece como cuna de la garnacha y otras variedades.

Tras la filoxera, que destruyó buena parte del viñedo riojano, se vivió el segundo gran impulso de la llegada de garnacha a Rioja y especialmente a Rioja Oriental. La Diputación Foral de Navarra dirigió las tareas de recuperación del viñedo y apostó por esta variedad. De esta forma, la cercanía de los pueblos navarros Cuadro de la ponencia de Nicolás García de los Salmones. Estudio general de conjunto de las viníferas españolas Quel aparece con los riojanos hizo que el trasvase de injertos fuera norma común para la creación de los nuevos viñedos riojanos tras el desastre de esta brutal plaga.

Estudio general de conjunto de las viníferas españolas Quel

Estudio general de conjunto de las viníferas españolas Quel

La Garnacha de Ontañón, finura excepcional

Quel

Leticia Pérez Cuevas, en una de las garnachas antiguas de Ontañón Familia

Leticia Pérez Cuevas, en una de las garnachas antiguas de Ontañón Familia

Una de las primeras descripciones de la garnacha es obra de José Valier y resulta preciosa:

La garnacha es la planta de los terrenos pobres, secos y áridos, como son los muy silíceos o arenosos, los pedregosos y los sulfatos y carbonatos calizos en laderas y en alturas. Es hermosa y muy fornida: sus hojas son abundantes y de un verde claro por ambas fases, y sus racimos están bien esparcidos y colgados en el nado de su tercer merítalo, de modo que pocos tocan la tierra. Resiste la sequía y las pocas o malas labores, y por último, sus hojas las comen los animales domésticos con preferencia a todas las de las demás especies. Es, en una palabra, la vid del pobre. Su vino, siempre dulce ó abocado, fermenta si la estancia en que se halla sube a la temperatura de 34 grados centígrados».

Juan Marcilla, pionero de la microbiología enológica española y de la microbiotecnología alimentaria, describía así la garnacha:

«De porte erguido, hojas adultas muy lampiñas, de tamaño medio o pequeño, de color verde claro. Florece muy abundantemente, pero el cuajado de sus frutos nunca es completo, especialmente sobre Ruprestis de Lot. La madurez de la uva es tardía y alcanza menos grado alcohólico y más acidez que el tinto de Madrid. El color de sus vinos no es intenso y poseen una marcada tendencia a virar su color al tono ‘tela de cebolla’, propio de vinos rancios, durante el añejamiento».

El viñedo

Una de las grandes pasiones de Ontañón Familia es el viñedo y por eso estamos recuperando viñas viejas de vaso y plantado nuevas garnachas con material genético de la zona de Quel, utilizamos las conducciones verticales para favorecer la aireación y la insolación más correcta de los racimos. Los suelos donde se asientan estos viñedos son pobres y los abonamos con la materia orgánica que depositan los rebaños de ovejas que comen sus hojas al finalizar cada vendimia.

El bellísimo paisaje de nuestras garnachas. Al fondo la Sierra de Yerga

El bellísimo paisaje de nuestras garnachas. Al fondo la Sierra de Yerga.

 Garnacha de Quel * Pionera de Rioja * Garnacha de Quel * Pionera de Rioja *

Elaboración de LaGarnacha, pasión por el tanino envolvente

Viejo bocoy del barrio de Bodegas de Quel

Viejo bocoy del barrio de Bodegas de Quel.

Sinfonía de temperaturas

8 grados en la maceración prefermentativa.

El mosto todavía no ha fermentado y no tiene alcoholes y se produce un intercambio de compuestos entre partes sólidas y líquidas. Buscamos matices de color y aromas que contribuyen a la singularidad del vino.
Los hollejos aportan cantidad de color, gracias a la extracción de antocianos en fase acuosa, los cuales nos servirán para polimerizar con los taninos y estabilizar el color del vino, romas primarios que son los que vienen del campo y son los que fijaremos en una primera fase como recuerdo de la variedad y la zona.
28 grados en el arranque de la fermentación.
La extracción de color. Las levaduras vienen de nuestros iñedos y son oriundas de la zona de Quel.
28 grados para la fijación de los aromas frutales.
El mosto todavía no ha fermentado y no tiene alcoholes y se produce un intercambio de compuestos entre partes sólidas y líquidas. Buscamos matices de color y aromas que contribuyen a la singularidad del vino.
Debemos garantizar el final de la fase fermentativa y controlar perfectamente las temperaturas, para ser capaces de combinar los aromas primarios con los secundarios y hacer que la variedad, las zonas y fruta predominen en toda la vida del vino
variedad y la zona.

Aromas frutales

Debemos garantizar el final de la fase fermentativa y controlar perfectamente las temperaturas, para ser capaces de combinar los aromas primarios con los secundarios y hacer que la variedad, la zona y la fruta predominen en toda la vida del vino.

Barricas mixtas

Buscamos el tanino dulce y envolvente, la sensación de sedosidad en boca. Los taninos maduros y dulces de estas garnachas se ensamblan con el tanino de la barrica de roble francés y americano en los cinco meses que se extiende la crianza. Las barricas tienen las duelas de roble americano y las tapas de roble francés. El porcentaje de contacto del vino con el roble es el siguiente:

70 % ROBLE AMERICANO
30 % ROBLE FRANCÉS

El resultado

El resultado es una sensación de largura y redondez en boca. La finura que buscamos en un vino que expresa a la perfección la personalidad de la garnacha queleña.
La selección en viñedo es clave para obtener la finura deseada.

La selección en viñedo es clave para obtener la finura deseada.

Cata

Vino brillante, rojo guinda, con mucha viveza y con tonos más cubierto en sus bordes.

Nariz muy varietal, frutal y mineral, dotado de enorme complejidad y mucha elegancia. Notas florales que van hacia la fruta roja como la cereza, ciruela y las fresas con una sensación mineral y fresca.

Acidez vibrante, persistente en boca y muy envolvente. Elegancia que se sostiene en un paso sedoso y delicado. Aportando un post-gusto aterciopelado y largo que nos invita a seguir degustándolo y disfrutarlo con la delicadeza y sutileza que nos embriaga en cada sorbo.

14,5%

Gabriel Pérez, en una de las bodegas tradicionales queleñas, en las que se elaboraron las primeras garnachas riojanas.

Gabriel Pérez, en una de las bodegas tradicionales queleñas, en las que se elaboraron las primeras garnachas riojanas.

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