Colección Clásicos

Memoria y legado irrenunciable

Reserva

Ontañón Reserva
Clasicismo contemporáneo de

Rioja

Una mirada contemporánea al clasicismo. Subimos a lo alto de la Sierra de Yerga a recoger en nuestros viñedos más icónicos las uvas de tempranillo y graciano de este vino excepcional y profundo.
Único en su especie.

Ensamblaje varietal

Seda del tempranillo y la acidez del graciano.

Raquel Pérez Cuevas, en el viñedo viejo de Ontañón
Raquel Pérez Cuevas, en el viñedo viejo de Ontañón

Una de las características más peculiares y genuinas de Ontañón Reserva es su ensamblaje variertal, su auténtico coupage entre el tempranillo, su fragancia y sedosidad, y la profunda acidez que le aportan las uvas de la variedad graciano, una de las joyas más sobresalientes de la panoplia de castas oriundas de nuestra tierra. La perfecta y precisa conjunción entre ambas es parte y fundamento de la mejor historia y tradición de los vinos de Rioja y su vocación de permanencia en el tiempo. Por eso son vinos inmemoriales. Vinos finos de Rioja, en la senda histórica de los más grandes.

Existen muchas razones para comprender las razones por las que el enólogo de Ontañón, Rubén Pérez Cuevas, enólogo de Ontañón, se decanta por el juego y la mezcolanza de estas dos variedades tan esenciales en la historia de los grandes vinos de Rioja para dar forma, estructura y armonía, a uno de los vinos que mejor definen la vocación de nuestra bodega: Ontañón Reserva.

Reserva y

Roble

Brota la magia

En el roble francés
aumentan las notas lácticas, recuerdos a caja de puros, cedro, tabaco entre otros muchos más que se multiplican en la copa y que nos recuerdan a fresas silvestres, moras rojas, y confituras de ciruela negra
Los trasiegos, el arte del bodeguero
El trabajo del vino en la barrica es fundamental. En el método bordelés clásico para los grandes vinos de crianza, trasegamos el vino cada tres o cuatro meses: se saca de la barrica manualmente y se bombea a un depósito. Las barricas se lavan, se azufran para esterilizarlas y una vez enjuagadas con agua se vuelven a llenar de vino para continuar con la crianza.
La fase final del vino es la de su maduración en
botella
Más de doces meses en el botellero del Templo del vino. La principal diferencia entre la crianza del vino en barrica y en botella es el papel determinante que cumple el oxígeno. Cuando madura en las barricas de madera, el vino va recibiendo diminutas pero onstantes dosis de oxígeno a través de los poros de la madera.
Trasegando en la sala de barricas
Trasegando en la sala de barricas

Los tostados

La belleza de nuestro Ontañón Reserva también la fundamentamos en ser capaces de equilibrar la crianza y el juego esencial de los tostados de las barricas
  • Roble Francés 50% 50%
  • Roble Americano 50% 50%

Cata

El reserva de Ontañón en el Centauro de la bodega
El reserva de Ontañón en el Centauro de la bodega

Color

Gran capa de color, se muestra muy profundo, brillante y limpio con matices rojos rubíes, con un elegante borde granate en el extremo de la copa.

Aroma

Es explosivo con notas a fruta compotada, fruta escarchada tipo orejones y un matiz mineral y trufado procedente de las características de suelo. Exhibe también un carácter balsámico que nace del pequeño porcentaje de graciano que contiene. Asimismo, muestra notas a tabaco, ahumados, clavo, pimienta y ciertos toques a vainilla, coco y chocolate.

Sabor

Resulta un vino generoso, untuoso, muy equilibrado y suculento que provoca una exquisita impresión invitándonos a degustarlo nuevamente una y otra vez. Contiene un tanino de alta calidad, muy domado, envolvente que es pura seda. En la vía retronasal de nuevo muestra su gran complejidad y elegancia exponiendo de nuevo notas a fruta madura. Su retrogusto es fino y delicado. Es recomendable su decantación.
Grado alcohólico
14%

Ficha técnica

Ontañón Antología

Crianza

Ontañón

Ontañón Marco Fabio

Gran Reserva

Ontañón