Racimo de tempranillo del viñedo El Andañal, de Ontañón en Quel.

I

Variedad

Tempranillo

Variedad riojana por excelencia: finura y belleza

El tempranillo es la variedad riojana por excelencia, el fundamento de sus grandes vinos tintos y una de las variedades más consideradas del mundo. Ocupa el 75 por ciento del cultivar de Rioja.

Como explica el enólogo José Hidalgo Togores, según estudios recientes a partir del ADN, realizados por el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y el Instituto Madrileño de Investigación de Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), se ha llegado a determinar su origen como un cruce entre la variedad blanca albillo mayor (turruntés), originaria de Castilla-León y descrita por Alonso de Herrera en el año 1513, y la variedad tinta benedicto procedente de Aragón, descrita por Nicolás García de los Salmones en el año 1914 y que en la actualidad se encuentra en trance de extinción.

Dos apuntes
históricos

La primera referencia que existe del tempranillo hace que nos remontemos al Tratado de Agricultura General de Alonso de Herrera (1513) en el que la describe bajo la denominación Aragonés de esta forma: ‘Uva prieta. Tiene los racimos grandes y apretados y la uva gruesa, son cepas de mucho llevar. Hacen un vino muy retinto y de poca dura y mejora mucho si lo mezclan con otras uvas blancas’.

La cita más antigua que existe del cultivo del tempranillo en Rioja es de José Antonio Valcárcel en su libro Agricultura General (1791), en una obra en la que cita al tempranillo en Rioja junto a castas como garnacha, mazuela, y barbés (posiblemente el actual graciano). Así lo relata: ‘Es casi de la misma calidad que el barbés, sólo que el hollejo es de más resistencia, su sarmiento es fuerte, se mueve buscando la altura, se vendimia quince días antes que la garnacha y mazuelo, hace un vino de bastante fuerza’.

Agricultura General, de José Antonio Valcárcel (1791) y Tratado de Agricultura General de Alonso de Herrera (1513).

Viña La Pasada, cuna del tempranillo de Ontañón * Viña La Pasada, cuna del tempranillo de Ontañón * 

Una imagen de la viña La Pasada, cuna del tempranillo de Ontañón.

El tempranillo de Ontañón Familia en la Sierra de Yerga

José Peñín, en los viñedos de Ontañón, en la Sierra de Yerga, junto a Leticia Pérez Cuevas.

Como explica el reputado periodista José Peñín, la tempranillo como uva precoz se encuentra a sus anchas en zonas continentales de pluviometría en torno a los 400 litros anuales, con una climatología de amplitud térmica, es decir, temperaturas nocturnas en agosto no superiores a 16 grados y diurnas no más allá de los 33 grados, pero siempre con una segura insolación. Es decir, muy similares a las condiciones climáticas de las zonas de altura como es el caso de Quel, en Rioja Oriental, donde se encuentra la práctica totalidad de los viñedos de Ontañón Familia. Veamos.

En Quel, los veranos son cortos, calientes, secos y mayormente despejados y los inviernos son fríos y parcialmente nublados. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 2 °C a 30 °C y rara vez baja a menos de -3 °C o sube a más de 35 °C. La mayoría de la lluvia cae durante los 31 días centrados alrededor del 4 de noviembre, con una acumulación total promedio de 420 litros anuales.

La edad media de los viñedos de tempranillo de Ontañón Familia es de 30 años, ya que fueron plantados en los inicios de la década de los noventa en una zona de altura en suelos pobres y de textura franco- arenosa (16.9% limos, 73.1% arena, 10% arcilla), y en una enorme diversidad de exposiciones, terrazas y conducciones.

Otras variedades